jueves, 15 de enero de 2015

Me falta inspiración y ganas de follar. Me sobran ganas de enamorarme, de sentir algo que no sea dolor. Como si enamorarse no me doliera siempre. Yo y mi masoquismo emocional. Mis mareos y mis dudas. Mi color gris cada día más negro. Mi esencia cada vez más fría, aunque parezca imposible. Me sorprendo a mi mismo. Ojalá vivir engañado. Ojalá vivir.
'Tampoco pido tanto pa' to' lo que ofrezco'. Ya no sé ni por qué ofrezco, nadie quiere cogerlo.
Nadie quiere al chico roto, al que no sonríe en las fotos y camina solo bajo la lluvia.
Estoy tan seco que mojarme parece una necesidad. Un vicio. Otro más. Un sueño, de los que no se cumplen. No me quedan ni palabras ni fuerza para inventarlas, solo ganas de recibirlas.
Esta mirada triste mendigando algo de amor. El patetismo hecho persona.
Ya ni me doy lástima, solo rabia. De no saber cambiar y ser como todos.
Otro texto más hablando de lo mismo. Otra página en mi diario de desilusiones.
No sé si dejar de escribir o de sentir. Otra lágrima que cae.
Otro punto final prometiéndome dejar de ser yo.
Otra promesa incumplida. Es difícil ser fiel a uno mismo cuando nadie te lo es a ti.
Es difícil valorarte cuando ya ni quien se suponía conocer la magia de los detalles te valora.
A mi, que soy un pequeño detalle hecho persona.
Ya no sé si son los demás los que no saben valorar o soy yo el que no vale.
Yo y mis preguntas existenciales.
Yo y mis testamentos mentales.
Cada día un poco más muerto por dentro.