domingo, 7 de diciembre de 2014

Este frío no vas a entenderlo. No es como el invierno. Es no poder abrir los ojos por lágrimas congeladas. Es dolor, es pena, es rabia. Es estar muerto por fuera y moribundo por dentro.
La seriedad de un anciano en un cuerpo de veinte años. La amargura de un domingo a diario.
"¿Enserio piensas que puedes cambiarlo?" Yo mismo destrozo mis sueños. Creí en los "algún día..." en los que te obligué a creer. Si entonces eramos ruinas hoy en día de mi no quedan ni escombros, se los ha tragado la tierra. Sigo soñando con ese culo moviéndose por mi cuarto, con follarte cada noche y amarte cada día. Pero tú ya no eres para mi, y yo me pregunto si alguna vez lo fuiste.
Cualquiera se enamoraría de ese culo, pero no cualquiera se merece tenerlo. Sé que otro llegará antes que yo, que te enamorará y seréis felices, durante un tiempo. Las chicas tristes no son fáciles, los chicos tristes somos frágiles, pero me mantengo más entero cuando comprenden nuestra tristeza.
Sé que todo esto es en vano, solo soy un pasatiempo, el libro que lees cada noche hasta que llegue él a tu cama.
Y ya ni eso. Me rompí con aquel vaso que tiré contra la pared gritando tu nombre. Pero quien no querría jugar a este juego, quien no querría sentirte suya aunque sea por un momento.
Amarte sin tenerte, soñarte sin dormir. Cosas imposibles. Como que algo tan bonito sea para mi.
Voy buscando otra como tú, pero solo encuentro partes de ti. Pequeños fragmentos hechos mujeres.
Algunas me han querido, a algunas hasta las he llegado a querer. Pero no me completan, no dejan de ser una misera pieza de tu inmenso puzzle. No dejan de ser algo que no deseo.
Tú seguirás siendo la chica de mis sueños pese a todo. De bueno, tonto y de tonto, con sentimientos.
Me enamoré de algo que no sería mío nunca, amé ese sueño con todas mis fuerzas.
Preferiría vivir en él a dormir en la realidad.
Por eso ya ni duermo, ni siento. Solo pena. Solo lástima. De mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario