lunes, 8 de junio de 2015

Estoy perdido en mi caos y no esperes que te lo explique.
He vuelto a escribir serio y sonar triste, a perder el tiempo soltando lastre, a romper el tiesto por salirme, nunca pagué los trozos porque no lo supo nadie, se me quedaron clavados, no me los llevé.
Sangre por sangre, eso dicen, nunca dijeron que sería la mía siempre, pero el reloj confirma que es permanente, gélido, constante, como los nervios a flor de piel y las inseguridades.
Qué le voy a hacer, si solo yo se matarme, ya nada me frena ni me pierde, para eso necesitaría primero encontrarme. Andaré por cualquier calle, viéndote querer a otro delante de mis narices, pensando en los besos que no me diste, los que apostamos cuando yo era solo un juego y tú, la mejor de las actrices.
Yo no escribí el guión, pero, finales alternativos, miles. Aún así ninguno acababa bien, como siempre.

"Como yo ninguno" me repito cada día al despertarme. Yo y las miles de piezas de mi puzzle esperando siempre que alguien las junte y las cuelgue en su pared. Ser tu paisaje favorito, ese que visitas mentalmente, el que te saca una sonrisa con solo imaginarme, el que se amoldaría a tus necesidades, moviendo montañas aún faltándome fe. El que de paz sin un "descansa en" delante.

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